Nadie es como tú y ese es tu poder

 Cada uno de los seres es una expresión perfecta de la existencia en sí misma.

¿Cuántas veces no nos hemos comparado con otros? Yo acepto que lo hecho, y mucho. Sé que es una práctica innecesaria pero a veces pienso que como humanos sociales que somos, siempre estaremos viendo espejos y así no queramos, algo dentro de nosotros mirará afuera y pensará que tal vez adentro es diferente. No quiero negar esa parte de mí que a veces mira a otros para motivarse, admirar y aprender de ellos. Creo que eso no tiene nada de malo, tal vez, hasta ese punto.

Cuando empezamos a desear ser otra persona o despreciamos nuestra existencia por no cumplir con los estándares que nos fijamos a partir de existencias ajenas, -que desconocemos porque solo cada ser sabe cómo es vivir lo que vive-, algo falla y empezamos a desconocer nuestro propio valor. Negar la esencia es atentar contra el sentido de nuestra existencia. Vinimos a SER, en toda la dimensión de lo que eso implica.

Como las flores de un campo, como los frutos de un árbol o las abejas de un enjambre: la existencia de cada ser tiene un sentido y una particularidad necesaria para que tenga siempre el sello de su autenticidad. Somos realmente únicos, ¡qué bendición!
Somos el universo expresándose a sí mismo.

No eres como nadie y eso es maravilloso, nadie es como tú y ese es tu mayor poder.