Sabiduría es entender que no soy nada. Amor es entender que lo soy todo. Y entre ambos, fluye mi vida

Un día alguien que admiro -a modo de burla- me dijo que yo era tantas cosas a la vez que no era nada. Después de pensarlo por un momento le dije que sí, que estaba en lo cierto, que yo era todo y nada a la vez.

Cuando encontré esta frase no pude evitar recordar ese momento con gratitud, porque lo que debí sentir como una ofensa (de acuerdo a la intención de quién lo dijo) fue solo una confirmación de algo que he ido entendiendo con el tiempo y que me ha dado mucha paz.

Puedo ser todo cuando me veo desde el amor profundo como energía creadora, pero también puedo ser nada cuando abrazo completamente mi insignificancia frente a lo infinito del universo.

Si fuera a definirme a partir de lo que hecho en esta vida podría decir que he sido comunicadora, actriz, improvisadora, tarotista, mesera y bartender. Pero yo soy mucho más que todo eso, así como vos también sos mucho más de lo que producís, más que los títulos que te ganaste y los puestos que has ocupado.

Definirnos a partir de lo que hacemos es una de esas costumbres que están siendo cuestionadas ahora, si no pudieras seguir haciendo lo que has hecho siempre y te ha definido por años, ¿entonces quién sos?